Alternativa por San Mateo

ARTÍCULO DE OPINIÓN

Alternativa, lugar para la reflexión y posterior acción.

El pasado día 03 de Enero del 2012,  tuvimos una charla – coloquio en la sede de ALTERNATIVA POR SAN MATEO, dentro de las actividades programadas por  la comisión de formación  de dicha organización, coordinadas por el compañero Juan Gómez: “Análisis de la situación socio-política después de las elecciones generales”,  expuesta por D. Joaquín Arriola, profesor de la Universidad del País Vasco, siendo la segunda de las proyectadas y expuesta por el mismo catedrático.

El recorrido de su  exposición se inicia desde la implantación de la democracia en España,  y va  dibujando un mapa de la misma que va cambiando de color en cada elección general, en función en muchos casos de la situación económica del conjunto del Estado, pero deja estadísticamente muy claro el bipartidismo imperante en toda la geografía española, con una mínima presencia en algunas comunidades autónomas de organizaciones nacionalistas, quedando patente la figura permanentemente  de la demanda  de trabajo y de los intereses financieros, que perturban los procesos democráticos.

Expone  también en la conferencia, la situación económica en  los diferentes continentes, los países con gobiernos democráticos o con dictaduras  sin tener en cuenta su color ideológico porque da igual, la situación económica en general mundial  no es nada halagüeña,  aunque haya quien llame a las rentas como las de  China y de la India entre otras, como emergentes, con un sistema de trabajo sin garantías para los obreros, rozando la esclavitud en muchos  casos, con carencias escandalosas  en servicios y derechos de los ciudadanos.

Todo ello nos debe llevar a la reflexión:

Vivimos unos momentos  en los últimos años, tan convulsos y de deterioro, que están estremeciendo los cimientos de un sistema perverso, dañino en sí mismo y que se alimenta de su propia destrucción.

La explosiva combinación de: economía, política, religión y medios de comunicación, sin duda  ejercidos en minúscula, actividades que se retroalimentan entre sí, se usan y se destruyen en función del momento y  de los intereses propios,  con capacidad para dividirse y posteriormente unirse  en grupos de interés, como animal de múltiples tentáculos.

Hemos vivido en las cloacas del capitalismo, con el inconveniente de que se les ha acabado el ambientador con el que estábamos  adormilados permitiéndonos convivir con él, del cual pretendíamos participar y sacar nuestros rendimientos a pequeña escala del mismo, ilusos.

En el transcurso del tiempo se ha fomentado y cultivado el consumismo, el egoísmo y la avaricia, confundido con el deseado estado del bienestar social universal,  el cual debemos reivindicar y exigir, pero hoy tendremos que admitir que hemos consentido un sistema que nos hizo primero dependientes, luego sus víctimas y terminar siendo además sus prisioneros.

¿A quién tenemos que requerir para ver atendidas nuestras demandas?, a los dirigentes políticos democráticos de cada país, y a los supranacionales, para ello hace falta realizar una auténtica revolución desde  abajo hacia arriba, desde las protestas de los indignados, a los cuales no hay que pedirles las soluciones y sí comprometernos con  su permanente reivindicación y censura, ya que en sí mismas van los remedios,  continuar con la internacionalización de las exigencias, no cayendo en el error de quienes requieren respuestas y soluciones o que nazcan del propio movimiento, líderes, grupos o organizaciones a lo convencional, persiguiendo en ello la propia destrucción del movimiento, si de algo se caracteriza y es su valor, en este tipo de encuentros es  su frescura, su impersonalidad y carencias de líderes y portavoces,  el nacimiento de un movimiento ciudadano que exige los cambios necesarios, a los que  hay que sumar otros encuentros y foros internacionales donde se cuestionan y debaten las actuales formas de gestión y comportamientos humanos.

Tenemos (los ciudadanos) todo el derecho del mundo de hacer las preguntas y denuncias necesarias y exigir las soluciones adecuadas, pero no tenemos la obligación de tener las respuestas y enmiendas   a cada una de ellas, les corresponde a los poderes públicos democráticos.

En  nuestro deber está el no permitir que ninguna otra administración esté sobre aquellas que hemos decidido democráticamente los ciudadanos, denunciando e impidiendo la imposición y cambios de gobiernos elegidos por los electores, por fuerzas camufladas que solo responden a intereses puramente económicos.

Para ello, la importancia de la independencia de los gobiernos democráticos de cualquier grupo de presión, económico, religioso, comunicación, dando muestras de calidad democrática.

Los poderes públicos democráticos tienen la obligación de dar ejemplo y propiciar el funcionamiento correcto, con recursos e  independencia de sus propios órganos. Una Justicia autónoma de la propia política, ágil para que sea justa, con medios necesarios y conectados entre sí para mayor calidad y eficacia, realizando el esfuerzo necesario para acabar con la relación viciosa entre política y justicia y ésta con otros poderes fácticos.

Debemos exigir de nuestros representantes y de los estratos de influencia social,  los valores como: la ética, la honestidad y  honradez,  la utilización de la inteligencia y el conocimiento,  el buen y la  calidad del hacer, la racionalidad en la utilización de los recursos económicos y de otra índole de carácter públicos, acabar con asesores y cargos de confianza que lo único que persiguen es colocar a los amigos y miembros de  sus organizaciones como pago del trabajo para sí mismos, los gastos superfluos y prebendas realizadas con abusos y descaro.

Equilibrar los privilegios y derechos en la función pública para que sean comunes con el total de los trabajadores, una sociedad que no es capaz de garantizar la igualdad entre sus habitantes es injusta en sí misma; más aún, cuando las desigualdades son propiciadas desde los poderes públicos.

Proyectemos tener dirigentes que no solo  sepan  usar el recurso fácil de subir los impuestos, gravar los  derechos, reducir las prestaciones, sino todo lo contrario, el que su único y principal motivo de su existencia es la de mejorar continuamente la calidad de vida de los administrados, que escuche sus voces, que  avalen los servicios básicos, educación, sanidad, la realización de infraestructuras y equipamientos con racionalidad y equilibrio, respetando el medio ambiente, y  el derecho al trabajo con dignidad y garantías, que permita el crecimiento y la independencia del individuo, así como todos aquellos derechos inherentes a las mejoras de la condición humana.

Denunciar todas aquellas prácticas políticas que vayan en la dirección de alinear, denigrar,  silenciar o ignorar a Estados, colectivos de opiniones divergentes con el poder, etnias, grupos con culturas propias, exigiendo de las instituciones internacionales el obligado cumplimiento por los gobiernos asociados a sus propios acuerdos y resoluciones, no admitir bloqueos con excusas políticas que repercuten solo en la población civil.

No hay nada más delicado que el pretender tapar un sentimiento, un derecho, un silencio que se logrará por  momentos o tiempo determinado, pero al igual que un volcán en aparente calma pero que en  su interior se encuentra en ebullición,  estallará con sus preocupantes consecuencias.

Debemos dejar de pensar en el mal llamado tercer mundo, solo en la dirección de entrada, como espacio donde invertir y sacar rendimientos, sus puertas debe ser de entradas y salidas,  principalmente para sus ciudadanos, por justicia. La cooperación internacional es necesaria y debe ser entendida como medio para el desarrollo y crecimiento del país al ritmo y dirección elegido por su propia población.

Debemos de respetar las líneas ideológicas de los medios de comunicación, y de  sus  respectivas editoriales, eliminando el intrusismo profesional, clarificando entre opinión e información, denunciando el detrimento a la sociedad de aquellos medios que juegan a crear estados de opinión, conocedores de la fuerza de su presencia,  revelando a los que además con prácticas dudosas, persiguen conclusiones y objetivos políticos que les corresponden únicamente al conjunto  de los ciudadanos.

Por muy duro que nos pueda golpear  la crisis económica, no puede ser la excusa para olvidarnos de los millones de seres humanos que viven en la más de las vergonzosas pobrezas, así como de no seguir avanzando en la protección y conservación del medioambiente universal.

Hay que impedir que los recursos naturales sigan siendo explotados para beneficio de  pocos, exigiendo que sea  un recurso de la humanidad, el viento,  el sol,  el agua,  los bosques, el  mar, etc.

Pensemos y opinemos, luego cada cual elija su camino según su conciencia, la pasividad o el compromiso son actitudes diferentes pero de mucha importancia ambas, una gota de agua no moja pero la suma de muchas empapa.

A través de Alternativa por San Mateo podemos tener un medio de reflexión y actuación, solo depende de la voluntad individual y encontrar un punto de coincidencia e inicio. 

MIGUEL HIDALGO SÁNCHEZ.