ANTONIO MORALES MÉNDEZ
La crisis que soportamos en estos momentos tiene varias caras. A la económica, derivada de los desmanes de los mercados, se suman la medioambiental, la alimentaria, la energética, la armamentística y la que me parece la más peligrosa porque nace de la conjunción de todas ellas: una profunda crisis democrática, que ante el mayor embate para el desprestigio y debilitamiento de lo público que se ha dado desde la Segunda Guerra Mundial, sustenta también una enorme crisis de ética, valores y principios universales.